Saludo Pastoral:
Es un placer saludarle
y en nombre de nuestro Señor jesucristo le bendigo.
Dios en bueno y está
cada día a nuestro lado como poderoso gigante. Deseamos
invitarle a compartir con nosotros y junto a su familia de
la adoración a nuestro Dios. Hoy es un buen día para
hacerlo.
Adjuntamos alguna
información sobre nosotros para que nos conozca mejor.
Esperamos poder compartir con usted y servirle. Siéntase en
la libertad de comunicarse con nosotros, sobre cualquier
situacion o pregunta.
Lilliam
Olivencia, pastora.
MENSAJE
PASTORAL
-EDITADO
10/09/06
PREOCUPEMONOS
UNOS POR OTROS
¿Cómo trata a las demás personas? ¿Procura su
bienestar, y hace sacrificios para su superación? ¿O
simplemente los tolera, utiliza y abusa de ellas cuando le
conviene, y luego las desecha? Para muchas personas,
su lema es: "Procura ser el Número Uno".
En esta generación del "yo primero", ¿qué
estamos haciendo para restablecer la consideración en
nuestra interacción con los demás? Jesús dijo que,
después de amar a Dios, la segunda cosa más importante es
amar a nuestro prójimo (Mateo 22:39). Pero, en este
día y época, ¿qué es "amar a nuestro prójimo"?
La respuesta la encontramos en varios pasajes del Nuevo
Testamento, conocidos colectivamente como los "unos a
otros".
1.
AMAOS UNOS A OTROS: Juan 13:34-35. Jesús enfatizó
una y otra vez que había que tratar a los demás, incluso a
los enemigos acérrimos, con el mayor amor y respeto.
En ninguna parte nos enseña la Biblia: "Ama a tu
prójimo si..." Por el contrario, Jesús
simplemente declaró: "un mandamiento nuevo os doy: Que
os améis los unos a los otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros".
Esta clase de amor da los demás una idea clara de quién es
Jesús, en realidad: "En esto conocerán todos que sois
mis discípulos, si tuvieres amor los unos con los otros"
(Juan 13:35).
2.
RESTAURAOS UNOS A OTROS Y SOBRELLEVAD LOS UNOS LAS CARGAS DE
LOS OTROS: Gálatas 6-12. Muchos pensamos que
conocemos al dedillo la primera parte de este pasaje: "Si
alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois
espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre"
(v. 1). ¿Significa esto que tenemos el derecho de
divulgar las partes oscuras que hay en la vida de una
persona?
La respuesta es no. "Restaurar con espiritu de
mansedumbre" no es una licencia para difundir los
errores de las personas, sino más bien un mandato para que
ayudemos a nuestros hermanos y hermanas a volverse a Dios,
cuando se han extraviado. Nuestra responsabilidad es
ayudarlos con sanidad y restauración.
3.
SOPORTAOS UNOS A OTROS: Colosenses 3:13. El
mensaje es claro: "Soportándoos unos a otros y
perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra
otro". La frase "soportándoos" implica
que nadie es perfecto. Este versículo también
contiene otra exhortación radical: "De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros"
(Col. 3:13b). La Biblia nos muestra aquí que los
creyentes no tienen ninguna excusa para tener un espiritu
inflexible. Recuerde que fue gracias al enorme costo
de la vida de Jesús, que Dios perdonó nuestros pecados.
Ése es nuestro patrón de comparación: no simplemente la
medida razonable de perdón que el mundo puede dar, sino la
mismísima gracia de Dios.
4. ANIMAOS
UNOS A OTROS: 1 Tesalonicenses 5:11. La mayoría
de nosostros nunca somos capaces de entender el gran poder
que tiene el estímulo, hasta que estamos sufriendo por
falta del mismo. A semejanza de una máquina, nuestros
cuerpos y espíritus pueden comenzar a perder energía, por
lo que hace falta para que cobremos nuevos ánimos y no
perdamos de vista el objetivo. "Por lo cual,
animaos unos a otros, y edificaos unos a otros".
5. EXHORTAOS,
Y PROTEGEOS UNOS A OTROS DEL PECADO: Hebreos 3:12-14.
Este pasaje revela uno de los beneficios más importantes de
las relaciones estrechas: "Exhortaos los unos a los
otros cada día... Para que ninguno de vosotros se
endurezca por el engaño del pecado" (v.13). El
corazón humano tiene la tendencia a apartarse de Dios.
Dejados solos, es posible que nunca nos percatemos de la
manera sutil como nos descarría el pecado.
6.
CONSIDEREMOS UNOS A OTROS PARA ESTIMULARNOS AL AMOR Y A LAS
BUENAS OBRAS: Hebreos 10:24-25. Todos hemos escuchado
que "ningún hombre es una isla". La parte
espiritual de esta expresión es que Dios nunca tuvo el
propósito de que el hombre actuara independientemente.
En realidad, lo primero que Dios consideró "no bueno"
fue la soledad de Adán (Génesis 2:18).
Lo que no podemos lograr solos, puede ser algo sencillo de
conseguir en grupo. Además, el trabajar juntos nos
mantiene en una disposición amorosa y de cooperación,
impidiendo ciertamente que nos convirtamos en una inmensa
comunidad de "islas", flotando por la vida de
manera independiente.
7. CONFESAOS
VUESTRAS OFENSAS Y ORAD UNOS POR OTROS: Santiago 5:15.
Por ser Jesús nuestro mediador (1 Timoteo 2:5), no tenemos
necesidad de un "intermediario" terrenal entre
Dios y nosotros. Sin embargo, una relación de
responsabilidad moral personal ante otros (Santiago 5:16) es
de un valor enorme para los creyentes.
Primero, porque crea un vinculo de intimidad. Segundo,
porque confesar nuestras ofensas a la parte agraviada es
fundamental para una adecuada sanidad y restauración.
Tercero, porque la oración sincera favorece la
transparencia de conducta entre los creyentes. El
pecado que usted hace en lo oculto, puede no ser atractivo
si sabe que alguien le hará preguntas después.
Aunque no hay una fórmula secreta para tener una vida
cristiana victoriosa, el esforzarse por cumplir estos siete
preceptos bíblicos puede cambiar radicalmente la manera
como conducimos nuestra vida personal y nuestras actividades.
Tenemos que dejar de ver a las demás personas como
herramientas que podemos utilizar para nuestro provecho, y
que luego podemos desechar. Por el contrario,
necesitamos comenzar a verlas por lo que son: personas
a las que Cristo amó tanto, que dio su vida por ellas, así
como lo hizo por nosotros.
Tomado de: En Contacto 2004
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